
Los Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen somos una comunidad contemplativa centrada en la adoración eucarística y la consagración mariana. Al pertenecer al Movimiento Internacional de Schoenstatt, nuestra vida religiosa emana del Santuario dedicado a la Madre Tres veces Admirable, Reina y Vencedora de Schoenstatt. Nuestra experiencia de la oración nos invita a compartir o “irradiar” nuestra contemplación a través de varias actividades apostólicas que estén en consonancia con nuestro estilo de vida.
La “Definición de un Esclavo” por Nuestro Padre Fundador
“Un Esclavo de la Eucaristía y de María Virgen es un hombre que se cansa sin cansarse, que no huye de la angustia, que cae rendido en el surco (Cfr. Jn 12, 24-25); que comparte su vida, su ilusión, su entrega: que sube con alegría al Gólgota; que muere rendido de amor, plenificado en los ideales más altos de victimarse con Jesús Eucaristía desde el Corazón de María Virgen por la salvación de todos los hombres. Deben considerarse como peregrinos de Dios sobre la tierra (Cfr. Heb 13,14) que van buscando su amor y mirando la tierra como quien va de paso; viven solamente del ansia ardiente de Dios, teniendo en la cruz de su Señor y en su Eucaristía, junto a su Madre, en el pequeño Santuario, el tesoro más preciado de sus vidas (Cfr. Mt 6,21). Un Esclavo de la Eucaristía y de María Virgen es el hombre que en su ser transparenta la gran noticia de Dios y sabe decirle a los hombres a qué sabe Dios.”